Cuando vimos "Las Joyas de la Corona" ya sospechábamos que ese programa se iba a crear una parcela en nuestras memorias pero creo que nunca imaginamos que recuperaría para la tele del 2011 un elemento clásico de la historia del gag: la trampilla.
Ni-nis a parte, el programa de la Lomana destacó (y se aguantaban las 4 horas de duración) por el momento trampilla en la eliminación de los concursantes que no tardó en convertirse en la parte más esperada del programa.
Supongo que las mentes pensantes de la televisión y de creación de contenidos se percataron del fenómeno trampilla ya que en los 3 meses que llevamos de año hemos podido ver la utilización de este recurso mucho más que nunca.
El primer ejemplo lo encontramos en la gala de los Goya 2011, donde se utilizó la trampilla para hacer desaparecer a personas del escenario (un clásico-básico del humor), Buenafuente included.
El segundo ejemplo viene en forma de programa dedicado al recurso en sí mismo: en "Atrapa un millón" la trampilla es fundamental en el transcurso del programa. Se trata de un concurso de preguntas-respuestas donde el dinero que pueden ganar los concursantes desparece mediante unas trampillas en caso de que fallen las preguntas que se les plantean.
De detallazo freak en un reality de verano, pasando por la solemnidad de una gala del mundo del cine hasta llegar a la consagración en un programa dedicado.
Un homenaje involuntario a uno de los recursos eternos del humor y la risa.
Trampilla, te lo mereces.
Va por ti.